Después de un mes muy intenso con el final de las clases, por fin, he podido meterme en la cocina y preparar una receta. Eso si, para empezar no me he complicado demasiado.
Os diría que este rico postre es ideal para el veranito y lo es, pero es que yo desde hace dos años no sé que es eso. Si, ahora vivo en México y todo el mundo lo asocia a playita y sol, vamos el Caribe (que espero conocer estas vacaciones). Nada más lejos de la realidad, este es un país tan grande que tiene todos los climas y paisajes imaginables. Además, estoy en una de las ciudades más altas de América, a más de 2.600 metros sobre el mar, así que el clima podríamos decir que es de montaña, templado con lluvias justo en verano. Como le digo a mis compañeras, aquí no hay ropa de temporada y aunque agradezco que en invierno no tengamos las temperaturas de Madrid, me sigue pareciendo tan raro que no haga calor en los meses de julio y agosto.....