Tong Yuan o uno de mis fracasos

Antes de pasar a hablar de este dulce chino y de por qué lo he hecho, me gustaría decir que en principio no iba a publicar esta receta. Iba a terminar guardada a cal y canto en el cajón de los desastres, ya que aunque seguí todos los pasos y creo que me quedó como me tenía que quedar, no me gustó nada de nada. Para mí ha sido incomible porque la harina de arroz es demasiado basta. Hablando claro, es un mazacote tremendo. Tal vez el problema está en el tipo de harina de arroz, que debería ser especial.

Así que como lo consideré un total fracaso e hice hasta las fotos para recordármelo (vocecita interior: no vuelvas a probar con esta receta) no iba a habar de ella en el blog. Pero luego pensé en lo que me había costado encontrar información sobre este plato, que no siempre saldrán bien las recetas, que aunque salgan bien no me tendría por qué gustar y que también estaría bien compartir los fracasos, para ayudarnos un@s a otr@s. Por esto, he creído que sería una buena aportación.

Veamos por qué se me ocurrió hacer esta receta. Bueno, soy seguidora del blog Film and Food (visitadlo, es estupendo) y aunque aún no formo parte de manera oficial del “club recetil”, el reto de Febrero era muy interesante para mí. Aquí tenéis el enlace para que lo veáis. Se trataba de hacer una receta inspirándose en la peli In the mood for love, una de mis películas favoritas, así que me decidí probar.

Tengo muchas recetas asiáticas, pero un dulce………… salvo el flan de té verde que ni si quiera sé si es chino en origen poco más tenía en mente. Además, quería un postre original chino y aquí vino el problema y mi gran dolor de cabeza.

Investigando por la web me dí cuenta de la poca información que había. Es más la cocina China no destaca por su repostería o por lo menos tal y como la entendemos. Mientras que nosotros nos reservamos para el postre al final de una comida, en la gastronomía asiática uno puede degustar un plato dulce o agridulce en cualquier momento. No hay específicamente un plato denominado como postre. Además sus dulces son muy distintos ya que por lo general no se preparan ni con leche ni con nata. Aún así sí existen dulces chicos, vi fotos, pero pocas recetas y por supuesto nada en español.

Después de acumular información dí con el Tong Yuan (Tang Yuan), elaborado con harina de arroz. El problema fue encontar la receta y lo mejor que hallé fue este video en YouTube. Os lo dejo porque creo que está muy clarito y es en lo que me basé para hacerla. Seguí los mismos pasos, cambiando sólo el relleno que lo hice de coco y mango.

Y ahora, por fin, paso a la receta.

Ingredientes:

Para la masa:

• 1 taza de harina de arroz
• 1 taza de agua

Para el relleno:

• Mango en trocitos
• Coco rallado

Caldo:

• Agua
• Azúcar moreno
• Piel de naranja

Elaboración:

En un bol echamos la harina de arroz y poco a poco la taza de agua sin dejar de remover. El objetivo es conseguir una pasta con una textura parecida a la goma. Si con la taza de agua no lo hemos conseguido echamos un poquito más de agua hasta conseguirlo (yo eché dos cucharadas más de agua).
Dejamos reposar un poco la masa y después procedemos a hacer las bolas. Hacemos un pequeño agujero en el centro e introducimos el relleno, volvemos a redondearlas.
En un cazo al fuego echamos agua, azúcar moreno y piel de naranja para hacer el caldo. Dejamos que hierva y echamos las bolas de arroz. No estarán listas hasta que no floten. Se sacan y se sirven con un poco de caldo.

El resultado final, como ya he dicho, no me gustó (mi opinión personal y la de la persona que la desgustó conmigo). El caldo está muy rico al igual que el relleno, pero para llegar al relleno tienes que comerte la bola de arroz, para mí muy pesada y basta. El gran fallo es la harina de arroz, no sé si habrá alguna alternativa o es que no estoy acostumbrada a su sabor, en fin, no recomiendo esta receta salvo para experimentar.
He disfrutado averiguando un poquito más de los dulces asiáticos, así como de la experiencia de hacer una receta basada en esta fantástica peli, así que eso me llevo.

Espero que pueda aportar también, un poquito, al resto.