Terminó Halloween, pero antes de eso me encargaron esta simpática tarta para un niño. Por tanto, no podía ser algo terrorífico, sino que debía ser más bien adorable a pesar de ser un monstruo verde y cono cuernos.
Por eso, no os puedo mostrar el corte. Se trata del mismo bizcocho que hice para el Bundt Cake de limón y queso mascarpone (aquí), pero con un molde redondo, y crema de queso. El buttercream lo teñí de verde para hacer la textura, el resto de las decoraciones son con fondant.
Fue una tarta bastante sencilla, fácil de decorar, con un resultado muy simpático y al peque le encantó, lo cual me emociona. Además como llevaba poco fondant, que no les gustaba mucho, les pareció riquísima.
Una tarta simpática, colorida, alegre... lo tiene todo para sacar la mejor de las sonrisas. Me ha encantado. Besos
ResponderEliminarSuper simpática, parece un monstruito adorable!
ResponderEliminarMe encanta! Qué tarta tan divertida y bonita, ese monstruito es adorable!!Y los colores en él, qué bonito es!!
ResponderEliminarUn beso grande!
Que monstruito tan simpático, está para "comérselo",je,je-
ResponderEliminarHola! Te quedó muy simpática, nos ha gustado mucho! Besis
ResponderEliminar¡¡Qué mona!!
ResponderEliminarMe encanta =)
Un besote!